Conócenos
Misión
Visión
Ser institución educativa líder en el acompañamiento de niños y jóvenes, reconocida por la excelencia de nuestros procesos dinámicos de enseñanza-aprendizaje, por la alta calidad humana y profesional de nuestra comunidad educativa, con economía sana, y por el testimonio de nuestros egresados en su contribución al desarrollo de nuestra sociedad conforme al Carisma Josefino.
Valores
Amor
Respeto
Sencillez
Humildad
Responsabilidad
Honestidad
Servicio/Entrega
Calidad educativa
El Instituto Juventud del Estado de México fiel al principio heredado por el p. José María Vilaseca de “hacer siempre y en todo lo mejor”, desde su origen, hace más de 50 años, ha optado por la calidad como una actitud de mejora permanente, recibiendo en agosto de 2016 de la Confederación Nacional de Escuelas Particulares (CNEP) y avalada por la Oficina Internacional de Educación Católica (OIEC), la acreditación como Escuela de Calidad, misma que se encuentra en proceso de Renovación.
Principios vilasecanos
“Hacer siempre y en todo lo mejor”
Hacer siempre y en todo lo mejor nos garantiza la formación de un carácter íntegro y solido que, a través de la constancia, nos encamina hacia la excelencia.
Este principio nos hace tomar conciencia de nuestro empeño cotidiano por asumir la vida con responsabilidad, de realizar un trabajo con la satisfacción de haber puesto lo mejor de nosotros mismos, de experimentar ser mejores cada día, cuando nos proyectamos y servimos a los demás.
“Adelante, siempre adelante, pues lo quiere san José”
Es una aclamación de aliento, perseverante de confianza en san José, educador de Jesús. El padre Vilaseca lanza esta aclamación, oportuna en los momentos de dolor y de gozo, en situaciones de luz y de oscuridad, en los días soleados y nublados… Es una invitación a ir siempre adelante, sobre todo cuando el cansancio, el fastidio y la rutina engendran los brazos caídos y llevan a la desilusión y a la apatía. Dar confianza y aliento siempre es válido en la pedagogía josefina, en la técnica de la enseñanza-aprendizaje, en la psicología y, sobre todo, en la madurez humana y cristiana.
“Estar siempre útilmente ocupado”
Estar siempre útilmente ocupado es la actitud de vida que fomenta la iniciativa y la creatividad, que da sentido al trabajo y que favorece el orden en la vida de la persona. Estar siempre útilmente ocupado favorece el desarrollo armónico de la persona: la hace consciente de sus dones y capacidades; le ayuda a reconocer y superar sus limitaciones; y la lleva a lograr habilidades y competencias para enfrentar los retos de la vida.